Las fronteras de la patria no deben ser meros hitos sembrados en una
línea divisoria, sino, la presencia viva de peruanos trabajando la tierra con
la protección y el amparo del Estado como una recompensa porque su presencia en
esos predios lejanos, es una innegable actitud de patriotismo que debe ser
premiada.
El promover las FRONTERAS VIVAS, nos permite asegurar espacios
geopolíticos que no hayan sido atendidos por gobiernos o políticas pasadas, lo
que se convierte en un gran riesgo de provocación y futuros enfrentamientos
anunciados entre poblaciones limítrofes, que trataran de probar sus fuerzas
populares con los vecinos más débiles para pretender imponer sus términos bajo
la atenta mirada y observación del gobierno Central de Lima, que por estar
ocupado con sus propios asuntos y problemáticas de convivencia interdistritales
y de la misma gran urbe, no le permite contar con el tiempo suficiente y
necesario para atender los asuntos de comunidades tan alejadas, distantes y tan
diferentes por su diversidad cultural ajena a la suya.
Sin embargo el atender las necesidades de las fronteras Vivas,
dentro de los tiempos reales y específicos, nos permitirá darle la solución
adecuada a las problemáticas, para que estas no se conviertan en “ bombas de
tiempo “ entre los límites fronterizos, y por ende permita asegurar
convivencias y supervivencias estratégicas entre uno y otro pueblo de cada
espacio geográfico.
Además que ha de permitir asegurar el presente y el futuro de la
vida y desarrollo de los pueblos en conflicto, nadie tiene porque evocar
epopeyas históricas y pretender ponerse en la condición de alertar a los
pobladores para prepararse para organizar eficientes y militarizadas
invasiones; mientras que los otros deberán prepararse para realizar acciones de
contingencia para frenar los pretendidos apetitos y sed de las masas populares
en respuesta a las agitadas acciones políticas no solucionadas en su momento.
Ya es tiempo de actuar con suma cautela y con mucho tino,
especialmente nuestros padres de la Patria, elegidos con mucha voluntad para
darle la solución a los problemas nacionales, decidiéndose a invertir dinero
por los más olvidados y desposeídos, de tal manera que no se de la apariencia o
falsa apariencia que tan sólo se está gobernando a un sector y nos estamos
olvidando de la atención de los demás sectores del país; pues todos; basados en
los principios democráticos, debemos ser atendidos en la misma magnitud de la
igualdad y equidad.
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