POSIBILIDADES Y EFECTOS
DEL ESTABLECIMIENTO DE FRONTERAS VIVAS
Las posibilidades del establecimiento de fronteras
vivas en el país, cobra vigencia principalmente en la rasa de nuestra Selva.
"En estas áreas será necesario implementar una política de desa
rrollo
agrícola regional mediante asentamientos
humanos dirigidos.
Se requiere un enfoque distinto. Se trata de una
acción dirigida por el Estado, que coordine un conjunto de medidas paralelas
subsidiarias para desarrollar económicamente una región o micro-región, cuya
responsabilidad corresponde a una organización civil autónoma, donde el aporte
militar sea supletorio.
En la base de todo asentamiento humano está el
estímulo económico a los nuevos colonos, para la bondad de la tierra elegida y las
facilidades, en bienes y servicios, que se le otorga en la atención de sus
necesidades.
Los asentamientos dirigidos y más aún, los de
fronteras, otorgan futuro morador un hábitat que le permite su desarrollo
integral dentro de un sistema económico completo, promovido mediante un
organismo propio y descentralizado que cuida el mínimo detalle requerimientos para afincarlos como
moradores.
Desde el punto de vista geopolítico, o más exactamente de la Defensa Nacional conviene
un inmediato proceso de poblamiento de nuestras fronteras, de acuerdo a las
tres modalidades de asentamientos humanos referidos. Ya que, el mejor tipo de
fronteras política es la ECONÓMICA O FRONTERA VIVA. La frontera económica es
aquella que se sustenta en plena ocupación humana y económica de las zonas
fronterizas, como las que desarrollan los países que tienen una clara
perspectiva de su destino histórico.
POLÍTICA DE FRONTERAS Y
PROMOCIÓN DE LA INTEGRACIÓN
Es deber del Estado establecer y ejecutar la
política de fronteras y promover la integración (Art. 44 de la Constitución),
sin embargo la mayoría de las zonas de frontera del país presentan una
situación de extrema pobreza, alto grado de marginalidad y ausencia del Estado
en apoyo de las comunidades campesinas y nativas, planteando para ellas una
situación de vulnerabilidad frente a las iniciativas y presiones sociales,
económicas y culturales originadas en los países limítrofes.
Nuestro país ha desarrollado una política de
fronteras escasamente consistente. Por un lado, hemos reclamado extensas zonas
y desarrollado arduas disputas con los países vecinos. Algunas veces hemos
ganado algún territorio y la mayoría de las veces hemos perdido. Pero, a
continuación, una vez obtenido algún espacio fronterizo, lo hemos abandonado a
su suerte y/o entregado a intereses extranjeros. Se trata de una gran paradoja,
somos una nacionalidad que se siente víctima si pierde algún territorio, pero
que luego olvida a quienes viven en esa frontera que le significa tanto.
FALTA DE ECONOMÍA EN LAS COMUNIDADES NATIVAS
La economía es
fundamentalmente de autoconsumo y trueque y la difícil accesibilidad a la zona
genera un alto costo para los productos de pan para llevar y para el
combustible, que son transportados desde Pucallpa.
En esta zona
las comunidades nativas representan el 81% de la población (2,829), los niños
de estas comunidades no cuentan con las condiciones necesarias para su adecuado
desarrollo (desnutrición crónica y frecuencia de enfermedades asociadas a la
baja calidad del agua). La educación que reciben no responde a la realidad
local y, concluida la etapa escolar, los jóvenes no están en condiciones de
incorporarse a la dinámica social y económica externa a la comunidad nativa.
En nuestros 81
distritos de frontera, que constituyen el 26% del territorio nacional,
especialmente aquellos situados en la selva, los lugareños se tienen que
movilizar hacia ‘el otro lado’ para poder acceder a un trabajo, centros de
salud, escuelas y comercio. Somos testigos como en algunos casos estos peruanos
reciben atención en servicios básicos de parte del país vecino que los acoge.
Todo esto es
muy preocupante; pero cabe otra alerta, la de prever la inseguridad de nuestra
zona fronteriza amazónica, lugar en el que se puede percibir con mayor dolor
ese abandono del Estado.
Es deber del Estado velar por el crecimiento y desarrollo de estos pueblos,
incluyendo en la agenda política y económica la integración de los ciudadanos
que se encuentran “al otro lado”, pero que tienen iguales derechos que los que
vivimos de este lado de nuestro país.
CONSTRUCCIÓN DE UNA FRONTERA VIVA
.Para
construir una FRONTERA VIVA: Se entiende que deben existir ciertas condiciones
especiales para plantear los proyectos concretos que permitan evidenciarse en
logros a mediano y largo plazo. Son varios factores o elementos necesarios: el
vital y principal de todos: agua (obtenidos a través de ojos de agua o puquios,
nevados, glaciares, deshielos cordilleranos) naturalmente existen muchas
vertientes naturales aún no utilizadas; luego necesitamos suelos, clima y
requerir de una población decidida, a cambio con mucha voluntad de trabajo,
para modificar o mejorar el paisaje agreste, salvaje, primitivo, hostil. Dice
la Constitución, que el Estado Peruano para su conformación requiere contar con
los siguientes elementos:
a) Un
Territorio.- Que es el espacio geográfico en el que se realiza una actividad
estatal; comprendido por el suelo, el subsuelo, el mar territorial y el espacio
aéreo. A esta unidad geográfica se le denomina PAÍS.
b)
Una Población.- Es el conjunto de individuos que habita el territorio del
Estado y está sometido a él.
c) Un
Gobierno Común.- Es el que consiste, en el poder político que legisla,
administra y resuelve los conflictos de la Sociedad. El Estado con una
Burocracia que integra a un conjunto de personas que ejercen atribuciones del
gobierno.
d) El
Derecho.- Es un conjunto de normas legales, representadas por leyes del Poder
Legislativo, para regular el comportamiento de una Comunidad.
e) La
soberanía.- Es un atributo del Estado para decidir y hacer cumplir sus
decisiones sobre el territorio que tiene la capacidad de ejercer su poder y
defender sus respectivos espacios.